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viernes, 8 de octubre de 2010

Quiero irme a un lugar donde volar sea realidad, donde despegar sea un trámite más. Un lugar donde lo imperfecto sea mi perfección y donde vivir, sea mi elección. Poder salir a la vereda y verte de lejos, caminar sin rumbo y llegar a tu encuentro.
Amaría encontrar un lugar donde la realidad sea la de mi cabeza, llena de libros e historias viejas. No pido cuentos de hadas, ni príncipes azules, quiero una ruta y un cielo con nubes. ¿Es pedir mucho? ¿Es ser ambicioso?
Quiero irme a un lugar donde poder charlar con la muerte, sin cruzar al otro lado, donde pueda ir al cielo y detener el tiempo y el espacio. Aclarar todas mis dudas, simplemente por no tener ninguna, vivir sin espejos, sin muros, ni reflejos. Sentarme en un rincón a fumarme un cigarrillo, mientras el humo me habla y me dice 'no soy vicio'.
Un mundo donde no sean necesarios los colores, tan solo las percepciones.

A veces, cuando cierro mis ojos, lo veo. Y a veces, voy y vuelvo, sin límites, sin fronteras.

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