Seguidores

martes, 1 de febrero de 2011

Desde abajo

Muchas ganas de caminar a la deriva, por un puente bien precario. Ganas de caerme y viajar por la mismísima nada. Aterrizar de espaldas a oscuras y sin nada.
Y solamente levantarme para reírme de la desgracia, para reírme de mi, y acompañarme de vuelta a la cima.
(aprender a reírse de uno mismo es más fácil que llorar cada vez que el puente se nos desarma)
Se que si la subida se me complica, siempre voy a tener en la mano una botella de agua.

[No te asustes si me río como un loco, es necesario que a veces sea así]

No hay comentarios:

Publicar un comentario