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jueves, 3 de junio de 2010

No puedo evitar recordar mi niñez cuando escucho música de los 60, 70, 80 y 90. Siempre hay algún tema que me hace acordar de esa época de mi vida que tanto amé.
Nunca falta un tema de los ramones que me haga decir "¿Te acordas de cuando bailábamos este tema sin ni siquiera saber que decía?". O esos temas de attaque que mi hermano tanto se empeñaba en hacerme escuchar. Recuerdo cada noche en la que me iba a dormir con la voz de mercury repiqueteando en mi cabeza, o ese estribillo pegadizo de los guns que siempre sonaba a la madrugada mientras mi mamá pedía a gritos que bajen la música... ¿Y como no recordar los movimientos de melena escuchando metallica? La nena se hacia la heavy con 4 años y ni siquiera sabía lo que este término significaba. Incluso recuerdo aquellas viejas cumbias que bailábamos en el jardín, o en los cumpleaños de amigos, con letras que todavía eran inocentes y que solo estaban para moverse un poco "Diversión sana" como decían los padres.
Creo que en algún rincón están guardadas algunas fotos en las que me encuentro con mi prima cantando a gritos My generation de The who (Bué, cantando... creo que en esa época no tenía noción de lo que era el idioma y menos que menos el inglés). Y de ninguna manera me puedo olvidar de los stones, con esos pasos locos de jagger que siempre trataba de imitar de una manera asombrosamente patética pero yo era feliz con eso.
Saliendo del rock y el metal, también estaba ahí mi papá, que no se cansaba de ponerme tango y folklore "esto es música Daniela", aunque le duraba poco lo de "inculquemosle a mi hija la música autóctona" y me ponía black sabbath, transportándose a un lugar que con 6 años no podía entender, pero el era feliz hablándome de acordes, voces, matices, y tantas otras cosas más que recién ahora me doy el gusto de entender.
Debo decir que para lo que algunos es ruido, gritos, o guitarras enloquecidas, para mi representa la base de mi vida. Nunca voy a escuchar back in black y decir "Uh, mirá, ruidosos, pero tocan bien" sino que lo primero que se me va a venir a la mente va a ser la imagen de mi hermano haciéndose el winner con un palo de escoba y yo bailando a su alrededor.
A veces creo que mi infancia no fue la mejor, pero sinceramente, amé esta parte de ella, la de la música, que definitivamente me acompaño en cada momento de mi existencia.

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