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miércoles, 23 de junio de 2010

Uno de esos candombes que quedan en la mente, más allá de los mates, más allá de la gente.

Todas esas charlas agobiantes, delirios interesantes, voladeras de cabeza, filosofía de la buena. Diez mates y un papel, 40 cartas y un tema que suena de fondo a todo volumen, noches sin fin, mañanas sin comienzo. "¿Tu vida? La casa, los amigos, el colegio, el perro, tu novio, tu amante, tu niñera, tu voz" ¿Dónde está tu voz?
"Voló, andá a buscarla que tomo vuelo hace tres días, se marea en lo bajo y da un par de vueltas por tu corazón, cae de cabeza con poca destreza y toca tambores en lo alto de la escalera"
Me tiras tres oros y me bailas un tango. Suena León de fondo con terrible canto de guerra, mientras la guerra te la haces vos en la mente y yo miro por la ventana sin saber de que estar pendiente.
Poesía decís que hacía aquel personaje con tan solo una criolla y un banquito ahí en Constitución con medio mundo de confidente... Solamente trataba de parecer un tanto persistente. Bufanda en mano y gorrito a un costado, el flaco hizo historia con dos notas y un estribillo de esos pegadisos que a todos nos gustan.
Pero... ¿Y tu voz?
"Sigue por ahí, y busca refugio en algún lugar lejos de la ciudad. Tal vez... tal vez un rincón donde no haya humedad, donde abunde el sol, donde haya calor"
Ya se vaciaron tres termos y sobran las palabras, el maso esta gastado pero 20 rondas todavía aguanta. Sera que el amanecer se esta retrasando, sera que no miramos al sol, sera que el cielo ya no quiere brillar. Podría ser una noche eterna, solo por hoy. Cantando esa que sabemos todos terminas de repartir, no me quejo de la espada pero si del tamborcito que pica en el rincón, abrazado del eco de tu voz.
¿Tu voz?
"Hablan de ella pero se perdió... ¿La querés buscar?"
Más cerca de lo que crees, más lejos de lo que pensas.

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