-

Vuelvo a creer otra vez en vos y me volves a desepcionar, es siempre lo mismo. Trato de tenerte como ejemplo, de recordarte en aquellas largas charlas que nos habíamos atrevido a tener, los abrazos, los "te quiero mucho" pero de vuelta me dejas tirada, como siempre. Si tanto decís que yo soy la niña de tus ojos, replanteatelo, porque estás un tanto ciego.
[Esas ganas de querer descargarse con alguien y hablarlo hasta que la última lágrima se seque, justo en el momento en el que en tu lista de contactos no hay nadie conectado de aquellos que están dispuestos a escucharte]
Yo podría estar riéndome, pasando un buen momento con algún buen amigo, pero estoy acá, esperándote como lo hice durante cada cumpleaños desde que tengo memoria, como lo hice cada vez que me lo prometiste. Sentada en la puerta... cagándome de frío y tragándome la esperanza que aún tengo cuando pasa el colectivo.