[Y me pedís lo que no tengo, y me das lo que no necesito. Hablas más de la cuenta sin escuchar tu propio grito. Será que todos aquellos recuerdos quedaron enterrados, esos que hablaban de cuando aún eras humano.
Pretendes que sonría, que te mire con pasión, que en tu presencia me tropiece y te entregue mi corazón. Hoy no voy a alimentarte, no pretendo traicionarme.
Me pedís lo que no tengo, y aunque lo tenga, no creo dártelo.
Comprende que ahora corro, y camino entre los árboles, que miro al cielo y en el pretendo despejarme. Ya no me siento ni escucho, no vuelo ni lucho. Me perdí para no encontrarme, me alejé para no derrumbarme.
Hoy tengo lo que me pedías.
Hoy soy lo que yo quería.
(No lo que pretendías)]
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