Porque todavía sigo viendo tu espalda mientras te vas de acá, y por alguna loca razón, me sigo riendo sin control. No hay tiempo para llorar, menos para analizar.
[Sonreí, por algo será]
Cuantas veces le rogaste al tiempo que no te emparde la jugada y, sin imaginarlo, te paseó de mala en mala. Sin embargo, no aprendiste, ni siquiera te rendiste.
Hoy te duele la pera de tanto chocarla contra el piso.
Hoy te duele la cara frente al precipicio.
Y mañana miras al cielo y lo ves más brillante que nunca.
[Qué te perdiste, qué nos perdimos]Hoy te duele la pera de tanto chocarla contra el piso.
Hoy te duele la cara frente al precipicio.
Y mañana miras al cielo y lo ves más brillante que nunca.
Caminar perdió su color, queres volar sin control.
Nadie dice que no puedas tenerlo, nadie dice que no puedas hacerlo.
Mañana...
Veré tu espalda aún más lejos y, sin razón, seguiré riendo.
[Sonreí conmigo, por algo será]Nadie dice que no puedas tenerlo, nadie dice que no puedas hacerlo.
Mañana...
Veré tu espalda aún más lejos y, sin razón, seguiré riendo.
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