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sábado, 13 de noviembre de 2010

Me soñé ahí, con mis hijos, parada en el pasaje, viendo las sonrisas, los retos, viendo un poco de mi en cada uno de ellos. Su primer día de clases estaba ahí, tan a flor de piel que lo sentí como nuestro, porque ellos caminaban con sus mellizos y ella con su hijo.
Y otra vez me vi a mi, y otra vez, fui feliz.
[Cosa hermosa el inconsciente, que puede atormentarnos y darnos alegrías que, aunque falsas, nos hacen reír un rato]

2 comentarios:

  1. Yo le debo más de una noche feliz a mi inconciente (y otros tantos días de bajón al ver que era mentira lo que soñé)

    -en días voy a ser feliz, y no va a ser obra del inconciente, sino de tus abrazos-

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  2. Que bonito :) Soñar puede jugarte muchas malas pasadas que en su momento fueron preciosas
    Un besito

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