Delicadeza y finura, esfuerzo y hermosura. Pasos fluidos y pasión descontrolada, amor por cada paso que uno avanza. La música suena y lo demás llega solo, la soltura y el empeño en crear algo maravilloso. Los pies piden tregua, las pequeñas zapatillas claman piedad al verse teñidas de un furioso carmín. Eso no alcanza, eso no los hace parar… si no duele, no sirve. Cada vez más rápido, cada vez más sublime. El Lago de los cisnes se siente de fondo otra vez, y otra vez, y otra vez, pero jamás alcanza… nadie NUNCA dice basta.
Con andar elegante, postura definida, con la frente bien alto caminan por la vida. No importa el dolor en sus rodillas ni las ampollas en sus pies. La pasión y el amor por lo que hacen son más fuertes que el dolor.
¿La meta? Su sueño, el escenario, vivir de lo que siempre han deseado. Salir y demostrar que pueden más, que el andar del ser humano puede ser maravilloso, que la finura de un cuerpo puede expresar algo hermoso…
Tienen un don natural, una fortaleza inentendible, una perseverancia increíble.
Me gustaría ser como ellos, sin importar cuanto sangren mis pies y cuanto duelen mis rodillas, poder seguir adelante, teniendo fija mi meta.
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