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Cosas que habían quedado en mi mente, muy enterradas, o simplemente jamás me gasté en decirlas:

Soy más caprichosa de lo que creí.
Soy más colorida de lo que aparento.
Verte a los ojos es lo mejor que me puede pasar.
Amo viajar en colectivo.
Quiero que mis hijos disfruten de la infancia como yo no lo hice… simplemente que sean NIÑOS.
AMO cantar como una histérica usando de micrófono lo primero que tengo a mano.
Me encanta la sensación de seguridad que me provoca caminar agarrada de la mano con alguien que sea especial para mí.
Saber que puedo hacer reír a alguien me da satisfacción, ya sea hablando con ellos cara a cara o por msn, saber que alguien está del otro lado del monitor riendo me hace sentir un tanto completa.
Encontré un mejor amigo en alguien que jamás pensé en tener como confidente.
Las ganas que tengo de sentarme con esa persona en un parque a hablar de todo y de nada, o solo mirarlo y saber que todo está bien… son impresionantes.
Me hago demasiado la seria, después me termino riendo sola de todo.
María la paz en medio de Rivadavia… lo más desquiciado que hice frente a un 96.
Viviría disfrazándome, cambiar de un momento a otro y expandir tu locura en mil trajes… ¿Dónde estarán mis disfraces de patín?
Okay, lo admito, vi un par de veces Barney de chica, UN PAR DE VECES NADA MÁS.
Me gusta subirme el ego de vez en cuando y me pongo a ver las pocas cosas buenas que hice en mi vida… Después de todo, me quiero, no podría ser otra, no quiero ser otra.
Si mamá, yo te sacaba los cd’s de creedence para bailar en la terraza y te desparramaba los broches por todo el patio.
Era TAN lindo hacer carpas con una sabana y un par de sillas en el medio de mi habitación, lo que no era muy lindo era las quejas de mi mamá para que ordene todo.
Son muchas las veces en las que miro a mi papá y desearía volver a ser un bebé, para que me agarre a upa y me cante como solía hacerlo unos años atrás…
Muy, MUY dentro mío… amo las cosquillas.
Más allá de las quejas, disfruté un poco la primaria… fui TAN nerd, pero es lindo sentir que te da la cabeza más de lo que creías. No se que pasó en la secundaria, el Fader sacó toda la vena estudiosa que había en mi.
Ya es hora de que admita que amo a mis padres como a nada ni a nadie en el mundo.
Envidio a algunos amigos que tienen hermanos menores, lo que daría por tener uno o dos hermanitos, siento que serían todo para mí.
Quiero un castillo inflable, hace tiempo que lo estoy pensando.
En los cumpleaños de mis sobrinas miro el pelotero como si fuera una pila de oro, a los 8 años ya no podía meterme por la altura (si, en ese entonces era la más alta de mi grado, como cambian las cosas)
La libertad que siento cuando viajo en auto por la ruta es infinita, muchas veces me pongo a pensar en lo genial que sería agarrar mis cosas, el auto, y viajar por medio continente, visitar todo, ver todo, sin horarios ni restricciones, acompañada o sola, pero salir a ver lo que hay más allá de todo este mundo de gente con tantas trivialidades.
La sociedad me enferma, pero me uno a ellos, no hago nada por despegarme.
Me encantaría encontrar alguna persona a la que pueda servirle de confidente y que no pare de hablarme, siempre soy yo la que se cuenta la vida y obra, y por más de que sé que no les molesta, a mi si. Quiero ese alguien que me mire y escupa su día, su semana, su mes sin parar, que me haga un par de chistes a mitad del relato, que me sonría y que busque de vez en cuando una mirada cómplice, sabiendo que lo voy siguiendo.
No se por qué escribo esto, quiero abrirme.
Te dije que estabas loco por querer seguir medicina pero, la verdad es que yo también quiero.
Soy muy morbosa.
Si, yo también quise ser veterinaria, después pensé en cómo iba a reaccionar cuando se me muera algún animal. Recuerdo haber llorado dos días.
Papa Noel fue una linda ilusión, pienso mantenerlo vivo.
Quiero que alguien me agarre y me pregunte cosas hasta el cansancio. ¿Alguien que se anime a hacerlo?
Me di cuenta de que no me siento sola, incluso me siento demasiado acompañada.
Estar rodeada de gente inteligente no me hace sentir menos, al contrario, me gusta el hecho de poder absorber más cosas, poder aprender y divertirme. Realmente no me siento menos, me siento afortunada de estar rodeada de ese tipo de personas.
Hablar por teléfono me asquea si la otra persona no piensa hablar.
En fin, seguiré escribiendo pero en mi pc, esto ya parece un testamento, una confesión de vida, un diario de vivencias. Pero me siento más liviana.